Hoy en día el tipo de baterías más populares para aplicaciones industriales son las baterías de NiCd, que superan en muchas características a las baterías de ácido plomo. Comparada con una batería de ácido plomo, el mantenimiento de una Batería de NiCd es mucho más sencillo y su vida útil mucho más prolongada, lo cual significa menos mantenimiento.
Composición y Funcionamiento de las Baterías de Níquel – Cadmio
Las baterías de NiCd, consisten en dos grupos de placas con la misma estructura, la placa positiva contiene hidróxido de níquel y grafito, mientras que la placa negativa contiene hidróxido de cadmio.
Estos materiales activos son puestos en un contenedor de polipropileno perforado con postes mecánicamente unidos para formar una placa rectangular.
Diseño – Estructura de las Baterías de Níquel – Cadmio
Los componentes de la placa no se desgastan por los ciclos repetitivos de carga y descarga, lo que le da a las baterías un tiempo de vida más prolongado y eficiente. En comparación con las baterías con electrolito alcalino, los componentes de las baterías no tienen reacción con el acero, lo que significa que la estructura de las placas no debe ser cambiada en todo su tiempo de vida.
Los separadores están hechos de material plástico, los cuales separan las placas y aíslan los cuadros de las placas entre ellas. Lo que le otorga al electrolito mayor circulación dentro de las celdas y mejor disipación de gas.
El electrolito utilizado en las baterías tipo Ni-Cd es una solución de potasa cáustica, que brinda un rendimiento y una vida útil y rendimiento altos. La concentración del electrolito permite a la batería operar en un rango de temperatura de -50°C ~ 70°C aun con disminución de la eficiencia, los valores recomendados para la operación de la batería son 20°C~40°C.
Las terminales están hechas de barras de acero niqueladas con alta conductividad y alto rendimiento. La tapa de la celda y las terminales están selladas mediante un sello de presión, el cual asegura un buen sellado en toda la vida útil de la batería.